Cabraleños reportan que enfrentan una grave crisis por los prolongados apagones, los cuales afectan la vida cotidiana, así como el desarrollo económico de la zona.
Edesur «puso la tapa al pomo» el pasado sábado cuando el poblado sufrió un «larrrrrrrrgo» apagón que se prolongó por más de 12 horas En el día de hoy, el municipio ha acumulado cerca de 10 horas, situación que provoca malestar entre sus habitantes.
Propietarios de pequeños y medianos negocios alzan su voz ante los cuantiosos daños económicos ocasionando por los cortes en el servicios de electricidad.
Peluquerías, salones de belleza, colmados, tiendas de artículos para el hogar, familias con pequeños emprendimientos que requieren refrigeración pegan el grito al cielo porque sus negocios son los más perjudicados.
Esa misma queja externan comunitarios del vecino municipio Polo, a quienes la falta energía eléctrica preocupa a sus residentes y para su sorpresa las facturas, pese a recibir un servicio cada vez más precario siguen en alza.
“Es una injusticia nos facturen más por un servicio que no recibimos de con cierta sistematicidad”, expresó Hércules Urbáez, propietario de Importadora Tagó.
“Cada apagón no solo afecta nuestras ventas, sino que pone en riesgo la estabilidad de nuestros negocios”, agregó con evidente frustración el también presidente de la Asociación de Estudiantes de Comunicación Social de la UASD Recinto Barahona.
Habitantes de aquí, también han manifestado su indignación, señalando que estas fallas en el suministro eléctrico afectan su calidades de vida, genera inseguridad por las noches, causando preocupación en las familias, sobre todo, las viven en sectores con mayor nivel de vulnerabilidad del municipio.
Frente a este panorama, la comunidad llama de forma urgente a Edesur a tomar medidas a los fines de restablecer el servicio en forma estable y confiable, con el objetivo de garantizar el bienestar de su población para evitar mayor deterioro de la economía local.
