Yanessi Espinal
16 agosto, 2024/Tomado de El Caribe
El PRM y Luis Abinader arrancan hoy su segundo periodo de gobierno. El inicio de su primer mandato estuvo tan marcado por situaciones de crisis y emergencia que el juramento de las nuevas autoridades se hizo con pocos invitados y bajo estrictas medidas sanitarias por la pandemia del coronavirus.
De hecho, esa situación es parte de la justificación de la dirigencia del PRM y el gobierno para cambiar el Salón de la Asamblea Nacional por el Teatro Nacional, para el juramento del presidente y la vicepresidenta.
Más allá del simbolismo del cambio de lugar para la juramentación de las autoridades del Ejecutivo, hay algunas variables que deben ser consideradas sobre las circunstancias en que el PRM y Abinader asumen su segundo mandato.
Abinader y su equipo, con la excepción del gobernador del Banco Central, se estrenaron en la administración pública en 2020, luego de 16 años seguidos fuera del poder. Por tanto, esa condición de inexperiencia genera una especie de entendimiento en la sociedad, que se traduce en perdón a los errores que se puedan cometer.
Otra variable que caracterizó el debut del PRM y el presidente Abinader en el oficio de gobernar, fueron las crisis constantes. Las situaciones de emergencia fueron tan variables como los puntos del mundo en que ocurrieron. Desde una crisis global como la pandemia del coronavirus y todas sus implicaciones, guerra en Europa, hasta situaciones de caos al lado de la República Dominicana, por la anarquía en que se ha hundido Haití. Los efectos del cambio climático se han hecho sentir más que nunca.
Pero ese es el pasado. El presente y el futuro, comienzan hoy. El PRM es un partido de funcionarios con cuatro años de experiencia. Las situaciones de crisis y emergencias que caracterizaron el primer periodo ya no existen, y si persisten ya no funcionan como excusas para justificar lo que no va bien o por lo menos no responde a las expectativas de la población.
El recurso de culpar los gobiernos anteriores de todo lo malo, también pierde valor. El pueblo es sabio y lo volvió a probar. Le dio todo el poder al PRM para que gobierne con experiencia y sin excusas.