Juliette MICHEL (AFP)
Nueva York, Estados Unidos/Tomado de Listin Diario
El
presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ordenó al Departamento del Tesoro que
estudie la creación de un dólar digital, un movimiento con el potencial de
cambiar la forma en que se mueve y usa el dinero en todo el mundo.
Antes
de que su pedido resulte efectivamente en un dólar virtual, habrá numerosos
impactos importantes y riesgos a considerar.
¿Qué
forma tomaría un dólar digital?
Seguiría
siendo un dólar emitido por la Reserva Federal (Fed, banco central) como todos
los billetes y monedas de EEUU que se usan ahora, pero en una forma digital
accesible para todos, no solo para las instituciones financieras.
A
diferencia del dinero depositado en una cuenta bancaria o gastado a través de
aplicaciones como Venmo y Apple Pay, se registraría en las cuentas de la
Reserva Federal, no en un banco.
Al
mismo tiempo, el dólar digital valdría lo mismo que su contraparte en papel,
una divergencia de las criptomonedas que actualmente tienen cotizaciones
altamente volátiles.
Las
preguntas clave siguen sin respuesta, como si un dólar digital se basaría en
tecnología blockchain como el bitcoin o si estaría vinculado a algún tipo de
tarjeta de pago.
Si
el gobierno decide seguir adelante, podrían pasar "varios años" antes
de que sea posible usar un dólar digital; las autoridades tendrán que explorar,
por ejemplo, qué tecnología usar, dijo Darrell Duffie, experto en monedas
digitales de la Universidad de Stanford en California.
¿Por
qué lanzar un dólar digital?
Reduciría
o incluso eliminaría los costos de transacción, ya que los intercambios ya no
pasarían solo por bancos, tarjetas bancarias o aplicaciones que cobran
comisiones en cada pago.
Los
defensores de la idea afirman que ayudaría a las personas sin cuentas
bancarias, alrededor del 5% de los hogares en Estados Unidos, y podría
facilitar el pago de beneficios sociales.
Hay
riesgos como una falla del sistema o un ataque cibernético, y también hay dudas
sobre la privacidad, ya que el gobierno teóricamente podría tener acceso a
todas las transacciones.
El
sistema bancario también podría verse socavado, ya que los bancos actualmente
usan los depósitos de los clientes para dar préstamos a otros, y con un dólar
digital podrían tener menos dinero a su disposición.
¿Cómo
se verán afectadas las finanzas globales?
Las
transferencias internacionales, a menudo lentas y caras de realizar, podrían
facilitarse enormemente.
Una
operación que actualmente tarda dos días en ser validada podría hacerse en una
hora, explicó Marc Chandler, experto en divisas de la corredora Bannockburn.
Para
Chandler, el papel geopolítico del dólar estadounidense no se vería alterado
por la introducción de la versión digital.
Un
dólar digital representaría "una evolución natural más que una
revolución", apuntó, recordando que ya se intercambian en forma
electrónica cada día más de 6.5 billones de dólares en el mercado cambiario.
Incluso
si China lanza un yuan digital a gran escala, afirmó que no cree que eso cambie
el papel de Pekín en la economía mundial ya que "siempre habrá cuestiones
de confianza, transparencia, (y) profundidad de los mercados".
Sin
embargo, para Duffie de Stanford, si Estados Unidos quiere continuar beneficiándose
del estatus del dólar como moneda dominante en las reservas de bancos centrales
y los pagos internacionales, es esencial que el gobierno actúe con cautela.
"Estados
Unidos necesitará asegurarse de mantenerse en una posición de liderazgo en los
foros internacionales que discuten estándares para hacer pagos transfronterizos
con monedas digitales", señaló.
¿Puede
Estados Unidos ponerse al día?
Otros
países ya están trabajando en versiones digitales de sus propias monedas, desde
la eurozona hasta la India, pero "no hay evidencia que sugiera que ser el
primero en el mercado proporcione ventajas significativas o materiales",
puntualizó Jamiel Sheikh, fundador del centro de reflexión CBDC Think Tank.
Por
el contrario, la falla debido a consecuencias no deseadas, debido a su
funcionamiento y uso u otros problemas pueden socavar la fe en la institución
emisora, señaló.
"El
dominio abrumador del dólar le da a Estados Unidos el lujo de aprender de...
otros países", coincidió el profesor de la Universidad de Cornell Eswar
Prasad.
¿Dólar
o criptomonedas?
Si
se diseña adecuadamente, un dólar digital podría ser preferible para uso
doméstico que una criptomoneda, opinó Duffie.
Sin
embargo, para las transferencias internacionales, se mostró "escéptico de
que los grandes bancos centrales como la Fed o el BCE, los de China o Japón,
concedan cuentas en un banco central a personas de todo el mundo".
Si
Estados Unidos lo hiciera, señaló, podría arruinar el sistema monetario de los
países pequeños cuya gente preferiría usar el dólar digital en lugar de la
moneda local.